Por Pedro Zepeda, desde Santiago
Carta de "El Aburrimiento"
Hola amigos, soy el aburrimiento:
¿Que no me conocen? ¡Sí, hombre!, ¡cómo no se van a acordar de mí, con los momentos tan intensos que hemos vivido juntos!...
Soy el mejor amigo de muchos jóvenes como ustedes. Nuestra amistad suele surgir en estos momentos en que « matan el tiempo » a base de sofá, en el salón de casa, jugando a la play o haciendo zapping... Es verdad que al principio se hacen los remolones, pero casi siempre terminan cayendo entre mis manos.
Como soy de ideas fijas, no me cuesta nada engatusarlos, pues siempre los encuentro en el mismo sitio, y además, haciendo las mismas cosas (del salón de casa al cíber, del cíber a la zona de copas) ¡Qué fácil es seguirles los pasos a ustedes!
Es verdad que a veces (suelen ser muy pocas) me la gana mi más firme enemigo: la creatividad, y alguno de ustedes rompen conmigo, pero bueno, por ahora, no es un asunto preocupante...
Además, cuando las cosas se ponen peliagudas, pego un toque a dos de mis mejores colegas: la indiferencia y el pasotismo. Entre los tres... ¡se pueden imaginar, no se nos resiste nadie! Hasta hemos hecho un equipo: nos llamamos los « cansados de vivir ». Han sido muchos los que preguntan por nosotros y se van acercando paulatinamente.... hasta que al final, no les queda más remedio que solicitar el carnet de socio...
Bueno, amigos, perdónenme que sea tan breve, pero tengo mucho trabajo por hacer. Muchos jóvenes me esperan y no es cuestión de «hacerles un feo»... me entienden, ¿verdad?
Para todos y para cada uno de ustedes...
Un cariñoso bostezo.
El Aburrimiento
PD: Si en alguna ocasión la imaginación, el entusiasmo o las ganas de vivir les juegan una mala pasada y les entran deseos profundos por hacer algo nuevo, algo que no entra en nuestra filosofía de la vida (la de los brazos, mente y corazón en huelga permanente), no se asusten... Túmbense tranquilamente a en el sofá de la casa... ¡Se les pasará!